La base militar de Guantánamo

El campo de detención de Guantánamo es un campo de concentración de alta seguridad situado en la base naval que Estados Unidos tiene en la bahía de Guantánamo, Cuba. Allí permanecen detenidos, enjaulados en condiciones aberrantes, sin proceso judicial ni acceso a abogados, cientos de prisioneros supuestamente miembros de Al Qaeda y del régimen talibán. Estos detenidos están en una suerte de limbo jurídico; sometidas a jurisdicciones militares que son las que establecen la continuidad de la detención. Los detenidos no tienen abogado; no tienen presunción de inocencia, no tienen comunicación con sus familiares, no tienen derecho de apelación ante las comisiones militares, con lo cual están privados de todos los derechos y garantías que prevé el Derecho Internacional. A esto se suma el hecho de que los relatores de la ONU sobre torturas han recibido testimonios de que los detenidos son sometidos a torturas y vejaciones. Barack Obama, ordenó el cierre de la prisión de Guantánamo en un plazo menor a un año, pero ya pasaron cuatro y el premio nobel de la paz, sigue sometiendo a Irak y sigue con esta cárcel sin cerrar. Actualmente en la cárcel de Guantánamo están recluidas 166 personas. A muchas de ellas ni siquiera se les han presentado cargos. Varias organizaciones de defensa de los derechos humanos, incluso Amnistía Internacional, acusan al Gobierno estadounidense de torturar tanto física como psicológicamente a los reos. Cada interno le cuesta al presupuesto estatal unos 800.000 dólares al año contra los 35.000 con los que se mantiene un preso en los establecimientos penitenciarios en territorio estadounidense. Para los cubanos el funcionamiento de este penal viola la soberanía de su país. Estados Unidos no se puede dar el lujo de romper las reglas del Derecho internacional, pues la paz mundial pende que los pactos sean cumplidos. Tanto lucharon contra el régimen Nazi y terminaron emulando un campo de concentración con toda su aberración. Mal menor dicen ellos, pero abren la puerta a la violencia y al terror, porque si un estado constitucional permite semejante absurdo jurídico, que no pueden hacer entonces pequeños grupos armados con sed de venganza sin creerse estar en su justo derecho. La violencia genera violencia, y el respeto genera respeto. Han asaltado tantas veces la línea del bien, que ya no saben volver atrás. Y rellenan con lindas palabras esta falsa moral, que los hechos acribillan. La base de Guantánamo es el terrorismo de Estado en su máxima expresión. Si uno puede ser juzgado por comisiones especiales, sin derecho a la defensa y condenado sin un juicio con el debido proceso, las garantías constitucionales solo garantizan la libre circulación de las corporaciones y el Estado de derecho pasa a ser una triste ficción, que creemos tener mientras distraídos miramos televisión.

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