La sorprendente realidad
En tiempos autoritarios el dedo fascista señala a los intelectuales, porque son los únicos que no quieren ponerse las ojeras, lo que los hace ver lo que la mayoría prefiere callar. Descartes se dio cuenta que para existir había que pensar y para pensar había que dudar de todo. La duda era el camino hacia la verdad y aunque todavía sigue siendo la piedra filosofal, hay muchos que la consideran una herejía. Hay diversas maneras de interpretar los hechos que pasan en la realidad, de lo que se trata para acercarse a la verdad, es de ser lo más objetivo posible, de alejarse de los prejuicios, preconceptos, intereses que uno pueda tener, para ver la realidad como es y no como somos, ya que nuestras ideas han sido moldeadas y condicionadas por nuestra historia personal, por el ambiente en donde nos hemos criado y por las personas que nos han rodeado. La gente que se va a los extremos por temor, al igual que el planeta, solo pueden encontrar frio y soledad. La verdad es lo que hace bien, nu...